martes, 19 de mayo de 2009



Dicen que los hijos son prolongaciones de uno mismo. Tengo un amigo que dice que ellos aseguran nuestra inmortalidad; afirma que cuando se muera seguira viviendo en sus hijos. Verdaderamente yo siento que mis hijos son parte de mi, como si un día me hubiesen cortado una parte de mi ser y ésta hubiese cobrado vida propia.
Por otro lado, no me siento su dueña, reconozco que han desarrollado su propia personalidad y ahora caminan solos su propio camino. aunque, eso sí, yo camino cerca de ellos, alerta por si en cualquier momento me piden ayuda. Saben que estoy ahí, entre las sombras, sienmpre dispuesta a darles el consejo que necesiten.
Los dos tienen mucho de mí. En ambos me veo reflejada. A los dos los siento cerca, muy dentro de mi corazón. El, a pesar de ser hombre, se llevó parte de mi sensibilidad e intuición femenina. Ella, aunque tierna, sensible, muestra con valentía la rebeldia que yo siempre oculté...eso sí, los dos com0parten conmigo ese amor grandioso por nuestros compañeros los animales.
Me siento muy orgullosa de verlos convertidos en un hombre y una mujer, dos guerreros que libran sus propias batallas en busca de la luz propia.

martes, 12 de mayo de 2009

UN PASEO POR RUIDERA






Toni tenía unos días libres y muchas ganas de volver a las Lagunas de Ruidera. Este año ha llovido mucho y nos habían dicho que estaban llenas a rebosar. Yo estoy aún de baja laboral y un paseo tranquilo por estos lugares llenos de energía y belleza me sentarían bien, así que el miercoles despues de comer nos montamos en la autocaravana y emprendimos la marcha. Hemos pasado unos días llenos de tranquilidad y relax. Hemos dormido aparcados a la orilla de las lagunas, escuchando el canto de los pajaros, el ronrroneo de las hojas de los arboles mecidas por el viento y el tintineo de las aguas deslizandose por las rocas.
En realidad, las fotos hablan por si solas.
jdiana

martes, 21 de abril de 2009

HISTORIAS DE AMOR


La pequeñina es Aurora, mi sobrina nieta, la mujer más joven de la familia, y el pequeñín es Salem, mi gatito. Los dos son adorables ¿verdad?.
Aurora tiene cuatro años pero es una "viejita". Se comporta, habla y razona como una mujer madura. Yo la veo muy poco pero la llevo muy dentro de mi corazón. Es hija de la hija mayor de mi hermana. Sobrina que, casi se crió conmigo y con la que he pasado muchas horas. Era una niña maravillosa y ahora es una mujer y una madre magnífica. La quiero como a una hija. Tiene dos hijos, Antonio, de siete años, tambien un niño especial, y Aurora.

Salem, es el hijo de mi gatita Rubí. Nació malito y pocos días despues del parto perdió una patita. Su madre le dió de lado y tuve que criarlo con biberón y mucho amor. Aquello ocurrió en unos días en los que yo atravesaba un brote de Fibro y no tenía animo para nada. Me ví obligada a hacerme cargo de su cuidado y aquello me ayudó muchisimo a salir a flote. Todo el amor que le daba se me devolvía con mucha fuerza. Es un gatito muy especial y todos lo queremos como si fuese nuestro niño.