martes, 21 de abril de 2009

HISTORIAS DE AMOR


La pequeñina es Aurora, mi sobrina nieta, la mujer más joven de la familia, y el pequeñín es Salem, mi gatito. Los dos son adorables ¿verdad?.
Aurora tiene cuatro años pero es una "viejita". Se comporta, habla y razona como una mujer madura. Yo la veo muy poco pero la llevo muy dentro de mi corazón. Es hija de la hija mayor de mi hermana. Sobrina que, casi se crió conmigo y con la que he pasado muchas horas. Era una niña maravillosa y ahora es una mujer y una madre magnífica. La quiero como a una hija. Tiene dos hijos, Antonio, de siete años, tambien un niño especial, y Aurora.

Salem, es el hijo de mi gatita Rubí. Nació malito y pocos días despues del parto perdió una patita. Su madre le dió de lado y tuve que criarlo con biberón y mucho amor. Aquello ocurrió en unos días en los que yo atravesaba un brote de Fibro y no tenía animo para nada. Me ví obligada a hacerme cargo de su cuidado y aquello me ayudó muchisimo a salir a flote. Todo el amor que le daba se me devolvía con mucha fuerza. Es un gatito muy especial y todos lo queremos como si fuese nuestro niño.